La lectura y la escritura son actividades en las que participan varios sistemas motores y perceptuales-visuales, así como habilidades lingüísticas y simbólicas. Si se presenta alguna alteración en cualquiera de estos elementos, también puede presentarse un déficit del lenguaje escrito.
El aprendizaje de la lengua escrita en sus dos facetas, la lectura y la escritura, ocupa un lugar fundamental dentro de los primeros años de escolaridad, puesto que constituye, al lado del de las matemáticas, la base de los futuros aprendizajes escolares; lo que explica la gran preocupación de maestros y padres de familia ante las dificultades que pudieran surgir.
¿QUÉ ES LA DISLEXIA?
Es un trastorno del desarrollo que afecta al procesamiento de la información procedente del lenguaje escrito, como consecuencia de ciertos déficits neuropsicológicos de las funciones cognitivas que participan en el proceso de la escritura y de la lectura; las capacidades intelectuales del niño pueden ser normales y el potencial de aprendizaje o desenvolvimiento académico pueden ser adecuados para su edad cronológica.
Es un trastorno del desarrollo porque se trata de una disfuncionalidad del desarrollo, en este caso de los procesos de lectoescritura. No es un trastorno madurativo ni mucho menos un trastorno intelectual.
Los niños disléxicos no presentan compromiso en su capacidad intelectual, sino que tienen ciertas dificultades en las habilidades cognitivas necesarias para la lectoescritura pero nunca un retraso en sus capacidades intelectuales.
¿CUÁNDO APARECE LA DISLEXIA?
La dislexia aparece en la escuela, surge en el aula y la descubre el maestro.
La mayoría de los trastornos disléxicos no se detectan hasta que aparecen los primeros problemas de aprendizaje en preescolar y en el primer año de escolaridad; es en este estadío donde se empiezan a manifestar con mayor incidencia.
En preescolar se detectan dificultades en las actividades del plano gráfico, lateralidad, esquema corporal, fallas de motricidad fina y fallas en la comprensión lectora. Cuando aún el niño no se ha iniciado en la lectoescritura, la detección es escasa.
Cuando el niño se inicia en la lectoescritura, se pueden observar en su desempeño dificultades que no le permiten acceder al proceso lector y escritor.
Los docentes suelen ser los que detecten y realicen las derivaciones correspondientes, pero para ello es necesario que conozcan los sintomas de la dislexia. Si se detecta a temprana edad y se recurre al tratamiento adecuado, se evitan fracasos escolares y/o repitencias.
Estos síntomas, varios o sólo algunos, son constantes en el niño disléxico y se recuperan y minimizan exclusivamente con el tratamiento adecuado. Cuando el niño no recibe el tratamiento correcto las complicaciones se agravan.
ERRORES DISLÉXICOS
Los errores disléxicos pueden ser leves pero constantes, a veces se camuflan con errores de ortografía. Por estas y otras razones no siempre se la diagnostica rápidamente como dislexia.
En algunos niños los errores se acumulan y observamos gran variedad, en estos casos este trastorno se detecta más rápido pero, en muchos otros, más aún si el docente desconoce las características de la dislexia y no hace un buen seguimiento del alumno, entonces se dilata la detección y por lo tanto también el tratamiento.
CLASIFICACIÓN DE LAS DISLEXIAS
Tanto la dislexia fonológica como la dislexia superficial o diseidéctica son las que comúnmente aparecen en el ámbito escolar, la dislexia profunda no es tan frecuente y está asociada generalmente a otro trastorno mayor, por lo tanto es considerada como una dislexia secundaria, se denomina así porque el trastorno de lectoescritura se presenta como un síntoma incluido en un cuadro mayor, junto o dentro de los trastornos de aprendizaje que padece el niño.
Los tres tipos de dislexia requieren tratamiento a temprana edad.
Ante una posible dislexia los pasos a seguir son:
* Detección y evaluación escolar.
* Derivación pediatra/psicopedagogo.
* Diagnóstico psicopedagógico y neuropsicológico.
* Interconsulta con neurología.
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